
Una mujer... entra a la oficina. La atienden
Pide por alguien. Le dicen que espere...
Y se ríe.
Y se queda quieta mirando el infinito.
Y le ofrecen un café.
Y ella lo espera, como si esperara un barco desde Ítaca. O si estuviera por venir un subte...
Y las estrellas quisieran estar acá para ver si hay competencia.
Y la gente camina a su alrededor, y se deciden a hablarle.
Y cuando quiero acordar, se ha levantado, y nunca más volveré a verla.
Eso es fantástico.
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