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PREPOSICIONES XIV - PARA

miércoles, noviembre 22, 2006















Para una mujer que ha sabido encontrar el paraje donde habitan mis ojos y mi boca.

¿Para qué?

La gente se pregunta erróneamente los porqués cuando deberían cuestionar otra cosa.

Para qué las palabras? Para qué el silencio?

Para encontrarte en medio de la noche, o compartir un cigarrilló de tus húmedos labios. Para comprender el significado de la palabra coincidencia.

Para ilusionarme con tu mente febril, y tus caricias ígneas.

Para colgar mi armadura en tu portal y para descuartizar la soledad, y dejarla secar al sol de la madrugada.

Para escapar al rocío prodigioso y encender la antorcha que lleva tu nombre.

Para esconderme de las voces que te nombran en mi cabeza, y en mi alma. Desfigurándote para volverte a reconstruir.

¿Para qué? ¿Para qué te busco incesantemente en la suela de mis zapatos mojados?

Para desprotegerme de la magna presencia de tu voz agrietada; y para lamer cada centímetro de tu piel... para acompañarte

Pararrayos, parapentes, paranoias, parálisis afectiva, paralelos caminos. Parábolas distantes con rumbo norte. Parásitos de mi dolor.

Paracaídas para descolgarme en tu jardín neblinoso.

Paramecios que forman mi soledad.

Paraderos desconocidos. Paradojas incesantes. Parafernalia deliciosa. Paráfrasis marchita. Paraguas inútiles.

¿Para qué?

Para amarte cuidadosamente, serenamente, espaciadamente, lejanamente, largamente.

Para, un día de estos, poseer tu esencia en el bolsillo de mi camisa arrugada.

Para encontrar la lluvia que nos lleva para la puerta de tu mismísima vida.

Para no dejar de desearte.

Paraíso mío.

posted by A-X
miércoles, noviembre 22, 2006