A EQUIS - FOTOS URBANAS

"Juntos al fin..."

La elección no es superflua. Juntos hasta el último instante. hasta la última luz. Lo último que han visto ha sido al otro.
Y creeme que envidio la valentía de la cobardía de no querer más. Las ganas de sólo estar ahi, acompañados por el dolor.

"...Amor y juventud y al fondo niebla y luz".

Desde que la sencilla idea toma forma, un nuevo amor se dibuja, se boceta. Nada puede superar la impotencia. Ni siquiera la ceguera. Es un maldito bulto que se acerca y no se detiene. Nada importa ya. Incluso lo que sí importa. La última luz. La que le dio brillo a tus ojos.

"...¿dónde irán?..."

¿A quién le importa? Van donde ellos creen conveniente. A encontrar la paz maliciosa del cielo negro y encapotado de esa agobiante noche de diciembre. Serán noticia, tal vez. Pero no es esa la intención. Irán adonde su amor los lleve.

"Dos siluetas cruzaban los pantanos del dolor y en la otra orilla de la noche duelo y desolación..."

Una noria que da vueltas sin parar los ve. No hay barreras para la desolación. No hay vientos que asusten. No hay calor. Sólo dos siluetas chapoteando en el charco de la duda. Duda que poco a poco será absurda certeza.

"Amantes hasta el fin... "

No hay mas fin que el final. El último suspiro de tu voz, un "te quiero" gritado en la misma dirección, bajo el sonido estrepitoso de la angustia, y la luz del calvario elegido.


"...dormidos bajo el agua están dos sepulcros y un amor, no mas lágrimas no mas dolor"

No más lagrimas, no más dolor... no más temor. Los hilos se han cortado, las deudas se han saldado, las calles se han vaciado. La voz ha enmudecido. Pero los dos estan ahí, hablando para vos, y diciendo, como en las noches de fiebre, como en las tardes de aplazos, como en las mañanas de fiaca... "está todo bien".-

"...sobre las tumbas en silencio como estatuas bajo el mar los dos unidos por las algas del olvido..."

Nada une más que el dolor compartido. Nada ata más que tu mano sobre la mía, o la verdadera intimidad del no saber que hacer. Adónde ir. Y ante el camino sin salida, una nueva llegada. No nos separa nada, ni lo material ni lo espiritual. No nos une sólo el amor, también el espanto.


"...las cosas del mundo en este anochecer nada importan ya".

Deja de tener sentido todo por un rato atroz. Ni el tanque alto allá a lo lejos, ni el sonido de las sirenas en medio del cielo maldito de hoy. Ni las chicas que se rien en una casita de fibrocemento a dos cuadras porque escuchan la radio. Ni el aburrido obrero que va o que viene del trabajo con la cabeza gacha. Ni ese viento que te hace llorar sin saberlo. Ni la música que al fin y al cabo siempre salva.

La música de sus pasos.

El ultimo sonido. El de sus pies caminando por la grava oscura, y el de sus hijos preguntándose por qué.

Porque sí.

Amantes hasta el fin.