...a mí me gusta la eme. No es que tenga una teoría a favor de ella, aunque en realidad sí la tengo. Pero me la quedo por ahora. Son cosas íntimas, che, no insistan... La eme, para mí es todo, aunque lo descubrí hace poco. Pero creo que siempre sentí esto que me pasa, sólo que ahora me cae la ficha. Es que la eme es tan tierna... Es la letra de María, de Mamá, está en la caMa, en la Madrugada, en el aManecer, en Mordisco, en ¡Mas!, en caMino, en Mano, en Mujer. En ToM y en JobiM. La eme es perfecta. Mas bien, es inMejorable.
Porque sino, fijate la doble ve, o como se hace llamar en España, la “uve doble”, o en Mexico, la “doble u”. Tan exótica, tan Walter (pronúnciese con la boca para abajo y los ojos para arriba, así, “uooooltah”, ¡muy bien!), tan Wolframio. La W es una intrusa. Para mí. Está en Watts, en Willie, en Wenceslao.
La W es una intrusa te digo. Siempre extraña, como en Water-polo o en Wing. ¿quién le dice Wing a un puntero? ¿Quién coño juega al Water Polo?
Dicen que la W es una M adicta al Whisky, porque anda siempre dada vuelta.
Pero yo no creo en eso. Son habladurías.
Me acuerdo que yo quise nacionalizar la W, acriollarla. Pero fue un intento vano, con destino de fracaso. L aintenté usar en Wacho, por guacho. O en Wemes, por Güemes. O en Wella, por huella. Pero sonaba demasiado espumosa, muy champú. Así que mandé la W a Wanda, Misiones. Dicen que cruzó al paraguay y se quiso infiltrar, Pero dolía la vista de leer Paraway. Ahora está en ciudad de Este traficando con cartones de Winston. Dicen.
Su vecina la Z tampoco me va. Tan fronteriZa, tan Zorra, tan hechiZada. Es demasiado burguesa para mí. Demasiado cheta. Mucho Zabala, Zubizarreta, El colmo fue con Zulemita (o la madre, Vd. elija) y peor aun conla de Holanda, Zorreieta.
La Z siempre esta así, apartada.
La H me intriga. Tan silenciosa, tan cauta, tan sigilosa. Tan imprecisa. Pero tiene una crisis de identidad. No sabe si es Honesta o cHanta. Si es Humilde o cHabacana. No sabés con qué te va a venir... O un Helado de cHocolate o un poncHo
Algunos dicen que la H era espía. Mirá mata Hari, me dicen. Pero aunque trata de pasar desapercibida, siempre que Hay un bocHinche se Hace notar, ahí esta ella, la Hache.
La S y la C, ya Saben, Son SoCiaS. Se Suplantan Siempre. Se eSConden. Se Cubren. Se Celan. Son poCa Cosa, porque Con ua te diCe Sí, pero Con la otra Se deSdiCe.
Es raro, pero en ESpaña se agrandan, porque leS dan otro valor. LaS ponen en Su Sitio. LaS aComodan. Como Si fueSen eSpeCialeS. GraCiaS a DioS, en lugareS máS CálidoS, como CanariaS o AndaluCía laS ponen en Su lugar.
Si Son lo miSmo...
AdemáS la C tiene otros socios que la S no Sabe. La C anda en tratativas con la R y la L. Y yo agregaría con la H. Pero creo que la S también lo sabe. Se dio cuenta en CLaSe.
Aunque algunos dicen que están en CRiSiS. No me lo invento yo... m elo contó la vecina de la C, que la conoce bien. La B es la típica BarrioBajera Bocona. No es que sea Boba, pero esa Boca que tiene entre las dos Bolsas que le soBresalen del palito la pierden.
No es que sea mala la B. Es la Bondad hecha letra. Esta en Brasil, en Boca (juniors, claro) en Bahía, en Belem, en BeBé, en Beso y en aBrazo. Pero a veces se deja llevar por la malicia, y aparece en Bolsa, en Blair y en Bush.
Tenia una socia la B. Era su prima hermana la V. Pero huBo quilomBo y diVidieron los garBanzos. La B y la V tienen la misma Voz, por eso te las confundís. Pero no son lo mismo. La V coNVersa con la N (aunque sé que la eNVidia). A la B sin eMBargo le tocó la Mejor parte. Se arriMó a la M.
La Y, ¡jah! Es una atorranta. En un ratito te la llevás a los YuYos. Dos veces, ja. Tambien... con esas patas abiertas...
La Y es toda un Yiro... Y con cafiYo.
La Y siempre anda en componendas. Si hay dos ella aparece. Y no podés elegir. Son ella Y los dos. Si está la Y, es un menage a trois. Todos juntos Y revueltos.
La Ñ es todo un caso. Se jacta de ser tan espaÑola, tan risueÑa, tan caÑera con su sombrerito. Dice que el espaÑol es su idioma exclusivo.
Pero yo la vi, escondida. En el portugués camuflada de NH, Y en el italiano oculta tras una G y una N. Así que no se haga la maÑosa, que sé que es un producto de diseÑo.
La D me Da un poco De pena. Siempre embarazaDa. Labura un montón porque está en poDer, en Deber. Y encima le toca estar en toDos los gerunDios y en los participios. Casi como Dios, está en toDas partes.
Así que pobre, la D, preñaDa y laburanDo. ¿y el paDre quién es? Claro, la Q, que de “la” no tiene naDa. Mirá sino semejante pitulín Que le asoma. Siempre al palo, perdón por la expresión. Q anda diciendo Que de la D va a nacer un Diego ArmanDo. Un as Del balompié. Un DotaDo. Pero si tiene sus genes va a ser un Queso. O un tronQuito. Lo peor para la D, es Que su pareja la engaña. Sí, todos saben Que la Q no es nada sin la U. Otra pUta. Siempre dispUesta.
La K es vaga, así que la vas a ver poco. En Kinoto, en Kilo en Kimono. Ahora con los Kiwis y la explosión del SMS reemplazando a la Q, aparecen un poco más. Pero si no medís los Kilowatts o te vas de viaje a MiKonos (Kien pudiera!) o a Tokio, la guacha se esconde. Está en su bunKer. La K no me gusta. Es patétiKa.
La X. Esa si que es eXitosa. En eXceso eXclusiva. EXhala maXimalismo. Estudio radiología (por lo de los rayos X, ¿vio?) y se fue a vivir a MéXico. Dicen que labura en el gobierno de FoX.
La X. Un poco rara ¿no?
Un problema similar tengo con la P. Demasiado Peleadora. EscuPe, Patea, te esPanta. SiemPre buscando Piñas. Provoca.
Pero es una Pava. Al final escaPa.
La G es mítica. La del Golem, la de DieGo. La de Ghandi, la del Go. La del cieGo BorGes.
Y la N... ¡pobre!
Dicen las malas lenguas que la de la N es uNa historia trágica. Se cueNta que es uNa M que perdió uNa pierNa. Se la llevó por delaNte un treN. Resulta que se olvidó el aboNo, que teNía pegado a la Nevera, con un imáN. El chaNcho viNo y le pidió el boleto. Quiso abaNdoNar el vagóN, y colisioNó con otro traNseúNte. El treN justo amiNoró la marcha. Y la N se desplomó en el AndéN. Perdió la pierNa.
Desde ENtoNces No puede camiNar. Pero ahí aNda.
De las vocales no hablo. Están en todas partes. No podés vivir sin ellas, sino, ¿cómo te comunicás? A menso que seas hebreo. O islandés, o noruego. Pasa que en el norte hace mucho frío, y si abrís la boca para (valga la redundancia) vocalizar las vocales, se te mete el cierzo helado en la garganta. Por eso te hablan de keruza: gnsrtlmr, o Mkjvkr. A veces se les cuela una i o una a, pero son las menos.
Además... están en disputa con las consonantes... Se han quedado con todos los acentos las guachas.
Pero claro, como te dije... prefiero la eme. ¿Por qué?
Cosas Mías, che.
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