Creeme que si te digo que así fue, es porque así lo viví yo ,y también será por lo que se comentaba , pero todo el mundo sabia que ella había tenido ese hijo con el perro. Y ahora que te digo que el chico era una maravilla, también.
Era un chico transparente, sin ninguna clase de malicia, vos con mirarlo caminar ya sabias si estaba triste o alegre. Cuando le hacías algún elogio, se ponía como brillante, y como uno no puede con el sentido del humor que tiene, hasta te diría que te iba a mover la cola, pero el tipo era macanudo y mejor no burlarse.
Aparte del nombre, Tobias Ojeda, para que todo el mundo le diga el Tobi, típico típico nombre de perro.
¿Cuál de todos los perros habrá sido el padre? No lo se. Doña Angélica tenia como media docena que
criaba dentro de su casa, y una docena mas en el jardín. Y fuera de ellos, no se le conocía otra compañía . Era una mujer bastante amable con todos, pero solitaria y muy celosa de su intimidad. A tal punto que creo que a nadie le aviso que estaba embarazada hasta que se le hizo muy evidente la panza.. La gente con la que se encontraba en la calle o en el banco se incomodaba un poco tratando de disimular la situación y se miraban entre si contándose con los ojos el chisme. Fue en ese momento cuando comenzó el rumor de la paternidad de los perros.
Una noche de enero, bajo una semejante tormenta, había nacido el Tobi. Nadie había asistido a ese parto, nadie había ayudado a la parturienta, lo que dijeron fue, que como buena perra, se había ayudado sola e incluso había cortado el cordón con los dientes.
Mucha gente se alejo de la casa y de la dueña, incluso le daba como nosequé, ir a comprarle huevos caseros , que ella vendía para ayudarse, mujer laburadora. Cuando en el barrio y luego en el pueblo lo conocieron al Tobi, ya muchos rumores se habían despejado, y si no , los había terminado de despejar esa carita perfecta, esa sonrisita tierna, la criatura luminosa que era el Tobi de bebe. ¿Qué importaba quien era su padre? El era un ángel.
Siempre había sido un ángel: un tipo agradable y de pocas palabras, tal como uno se imagina a un ángel, además de fuerte y muy trabajador. Y raro el hombre, nunca pisaba un baile, ningún evento social mas allá de las estrictas buenas maneras de cumplir con una invitación: llegar, saludar, pretextar que hay que trabajar temprano y prácticamente salir corriendo. Lo mismo hacían los dos, madre e hijo.Todo esto sin perder la cortesía y la amabilidad, cosa que nadie pudiera quejarse, que en el pueblo uno podía tener un hijo con el diablo, si quería, pero lo que realmente no se perdonaba era la falta de respeto.
¡Y el Tobi era hermoso, que hermoso chico! En eso también se notaba que era muy distinto.
¿Que madre no hubiera perdido el sueño de la envidia de un hijo tan perfecto? Porque, claro, los otros niños podían ser graciosos o linditos, pero este chico parecia ser el mismo NiñoDios,o aunque menos, parecía salido de un almanaque de la panadería, de esos de un bebe junto a pequeños perritos asomando de una gran canasta con un moño.
¿Y ya de muchacho, quién habría logrado competir con él? ¿En dulzura, en elegancia, en serenidad, en capacidad para el trabajo? ¿En belleza? Pero eso a nadie le importaba, el Tobi era el Tobi, el hijo de Doña Angélica, y como todos saben y para no seguir dando vueltas, ¿quién era el padre, ah? ¿Quién? ¿Ven?, ese tipo no era competencia para nadie…
¿Lo habría sabido el Tobi? ¿Conocería los rumores acerca de su origen? ¿Esa sensación de fuera de catalogo que despertaba en el pueblo, lo habría inquietado? ¿Como habría explicado los repentinos silencios cuando el llegaba? ¿Y los cambios bruscos de conversación? ¿Habría cuestionado a su madre? Habría sospechado que tenían razón?
La Verónica Iñiguez era famosa por lo linda y malcriada. Muy acostumbrada a que todo el mundo la consintiera,haciendo su santa voluntad: padres, hermanos , amigos.
Con esto quiero decir que también era inteligente. El problema era que se aburría rápido de todo, incluso de lo que ella misma proponía, y rápidamente tambien lo cambiaba, por algo mas interesante, excitante, mas nuevo.
Luego de todo un enero con el acqua gym, cambio por el hockey en patines, que acabo el stock de patines de las casas de deportes del pueblo. Después consiguió un profesor de tango para dar clases en el club, y se enamoro del tango y del profesor.al punto que anduvo un mes repitiendo al que la escuchara que había aprendido a vibrar con el tango.
Cuando se le termino la emoción arrabalera, que había que hacer, ¿qué podía ser mas fuerte que todo lo anterior, mas extraño, mas traído de los pelos, más escandaloso? ¡El Tobi! El hombre perro, con todo ese enorme misterio y encima, bellisimo. Todos los faroles se le encendieron a la muchachita y se propuso conquistarlo.
Lo persiguió mañana, tarde y noche. Primero le compraba docenas de huevos de uno en uno. Lo acechaba en la puerta de la casa, le revoloteaba alrededor, le hacia regalos que el Tobi frecuentemente rechazaba con esa manera heredada de su madre de rechazar un regalo: sin nada de soberbia.
La cuestión es que se obsesiono con el.
Mucha gente creyó que eso era genuino amor, pero no. ¿Quién era este que se resistía a transformar a la Vero en el centro del mundo? Y todo parecia inútil; los halagos, las escenas románticas, los mas osados escotes, las cartas de amor, todas los trucos . Nada funcionaba.
El Tobi no parecía mas interesado en ella que en nada en particular.
Obstinada, se propuso medidas mas duras. Un dia intento ridiculamente darle celos; al otro dejo de hablarlo un tiempo, cansada, decidio volver luego a la línea del comienzo:alabanzas y regalos. Pero no había reacción, era desesperante, parecía que a Tobi todo le daba igual.
Esta situación también la estaba cambiando a la Vero. Le socavaba su poder, ya nadie comentaba sus andanzas detrás del Tobi, ya aburría con el tema. Incluso nadie hablaba de su patético papel de mujer obsesionada, parecía que finalmente había dejado de ser la estrella del pueblo.
Y encima, viene justo a caerse Doña Angélica de una escalera cuando podaba unos ligustros y se quiebra la cadera. Eso si que le cambio la vida al Tobi. Se debía ocupar de los perros, las gallinas, la huerta, la casa, la madre postrada. Imaginate si ahora, menos que nunca, tenia tiempo para los caprichos de su pretendiente. Aparte, Doña Angélica no estaba acostumbrada a meter nadie en la casa ni para que le cuidaran los animales, mucho menos para cuidar de ella.
Así pasaron los meses, que fueron como siete ,ocho. El asunto es que con los primeros calores el trabajo se puso mas pesado, Doña Angélica no aguantaba la cama. ;estaba como fastidiada todo el ida y el Tobi mas y mas agotado y flaquito.
Una noche, cuando la estaba limpiando con manzanilla, ya habían comenzado las escaras, ella le acaricia la cabeza y le pregunta;
-¿comiste?
- No, mama. No tengo hambre, tengo sueño.
- Ahora vas a dormir- parece que le dijo ella.
Y esa noche durmió pesado y soñó que los perros lloraron toda la noche, y al otro día fue con el te con leche a la pieza de su mama, y ya estaba fría, su mama.
Y ahí si la Vero le vio una reacción, lo vio llorar, quejarse, con ese quejidito que todo lo pensamos pero nadie lo dijo exactamente, pero que parece el de un perrito que quiere entrar a casa en la noche, porque afuera hace frío o porque extraña a la madre.
Así, en ese estado, estuvo durante el velorio, y en el entierro, que en realidad , no es que se entierre nada, sino es solamente dejarlo al cajón con el muerto en un estante en el mausoleo de la familia. Y ahí estaba el Tobi, quejidito, despidiéndose de la caja de madera que desde ahora asociaría con su mama. Y fue cuando se le acerco la Vero, que lo abraza y le dice:
- bueno, amor , acá estoy yo.-Y aprovechando la situación, pilla, vivisima, :
- Yo estoy acá, no me voy… y te juro frente a tu madre que nunca te voy a abandonar.
Pareció que cuando ella dijo eso, todo quedo como congelado, solo las pupilas de todos los presentes en el entierro se clavaron en la chica. Y luego en el Tobi, que sin dejar de mirar el cajón, le respondió;
-No, mira, Vero. Yo no me quiero casar. No quiero vivir con vos, no prometas nada, mejor.
La Vero se puso roja, furiosa y no pudo contenerse.-Desgraciado-chilló.-Anormal, hijo de esta puta y un perro, maldito, basura, infeliz…. Y así siguió con un montón de insultos que vomitaba a medida que la sacaban empujando por la veredita del cementerio.
El Tobi se fue al dia siguiente, y yo lo se porque cuando mi compadre quiso ir a darle el pésame , mira Tobi, yo no pude venir antes, pero sabes como la respetaba a tu mama., todo lo que preparo el compadre para decirle al Tobi, todo inútil. La casa estaba cerrada, puertas, ventanas, portones
Ahora parece que se vendió todo. Que habrán hecho con los perros, porque las gallinas es mas fácil venderlas, bueno la cuestión es que en esa casa funciona la Mutual Municipal y arreglaron el jardín creo que para la guardería infantil, no se.
¿Y el Tobi?. ¿Qué? ¿no te conté? Parece que se había ido a México o Puerto Rico a trabajar, y ahí lo convencieron de que se hiciera actor o modelo, sacarle el jugo a la pinta. Lo cierto es que lo vi por la tele el otro día. Le habían puesto mal el apellido, el cartelito decía Tobby Okeda, como si fuera japonés, nada de japonés, el Tobi. Bien arregladito, patillas cortadas todas modernas, barba prolijita, hasta reflejos en el pelo, te diría, que le resaltaban sus ojitos claros del mismo Tobi de siempre. Hablaba en inglés o francés, no se porque no distingo, lo unico que me acuerdo era que atrás se veía el cartel de un Festival de cine. El de Cannes, mira vos que coincidencia, el de Cannes, nada menos.
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