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LA INFIDELIDAD EN LA ERA INFORMÁTICA

miércoles, enero 24, 2007





Sin duda, aquel mensaje no debió haber sido leído.
Estaba escrito.
Era un desatino. Pero ella lo hizo. Una frase aparentemente inocua. Y alguien que la llamaba niña.
Y se arrepintió. Pero no tanto. Y se entusiasmó, pero no tanto. Y enloqueció, pero no tanto. Y se sintió en paz, pero no tanto.
Ahora que su silencio habla por los dos, me permito pensar en ella como el primer segundo. Y soñar con que no la he visto nunca. Con que ese encuentro que rompió el cristal de la duda y me permitió darle cara y ojos a un deseo.
Voy dejando un rastro. Un aroma turgente y capcioso. Algo que se me nota.
No puedo dejar de pensar en ella.
Ella me dio una tregua, sin haberla pedido. Me dio una bandera blanca para que yo no sepa qué hacer con ella.
Un sudario para la muerte de este amor nonato.
Una sábana para hacerlo nacer en el futuro y empaparla con la sangre de este calamitoso deseo.
Repetía mis palabras como una letanía, y se hacía mía por ello. Su voz cascada por el tabaco y sensual como todo un harén.
Por otras razones a las de quienes cantan el dolor, me hizo perder las ganas de dormir y cinco kilos.
Ella tocó las mejores teclas de mi y me convirtió sin saberlo siquiera, en un hombre. Dos hombres. Un deseo.
Y por sobre todo, me dio un regalo que uno a veces no puede permitirse.

Me regaló su nombre.

Me dio esperanza.
Destapó la imagen de mi pantalla plana, que se ve cuando se apaga todo. Me enseñó a pensar en binario. Me formateó el alma. Me despertó la memoria. Abrió la caja de pandora.
¿Y ahora que hago yo con mis demonios, y un puñado de sahumerios?
La respuesta la conozco. Me siento a esperar que aparezca.
El hombrecito verde.
Ese que me dice que ella ha vuelto.
Foto: Playa de la Gola, Alicante. A que la foto se parece a ella? No, perdón. estoy divagando.

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posted by A-X
miércoles, enero 24, 2007