
"Me mordia la lengua para saber el sabor del silencio,
cuantas veces...
Morí sin intentarlo y volví a nacer para perderte
otra vez...
Los rayos en la ventana son de tormentas que ya pasaron
o de lluvias que ya no me tocan.
El tiempo arrodillado nunca alcanza los sueños,
nunca a menos que recuerdes
que de todas las mañanas
surge el nuevo día.
Estrellas en la terraza, un puñado de fulgor."
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