
Al otro lado del mar... un amor nuevo
Jugo de mis amaneceres dolorosos
música celestial en tus bostezos
tus pasos apenas hacen ruido
vas descalza mordiendo los pliegues del alba
pierden las palabras su sentido
mientras los ruidos inundan mi mañana
las mórbidas palomas se despiertan,
y tratan de imitar tu voz cascada
tus manos, tenues estrellas de mar
preparan el maná que nos despierta
se mueven como flores en la brisa...
y pienso en cómo fue la noche aquella
en que esas manos tocaron mis sentidos
como si se tratase de una bella orquesta
zumo y sumo
dos ojos pardos
la nariz congestionada por el sueño
una boca que no puede repetirse
y dos pechos que invitan al insomnio
sumo dos mas uno, mas uno mas dos
y cuento tus costillas al ocaso
busco las piernas doblemente cautas
y encuentro tu sexo en tu regazo
única soledad deshabitada
hasta que querramos, amor
hasta que querramos.
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